El huevo que derramo el vaso

Mas que un ataque a una “comunicadora”, más que un linchamiento como lo han querido hacer notar Carlos Marín, Ciro Gómez Leiva o Joaquín López Doriga, el ataque con un par de huevos hacia Adela Micha no demuestra a una sociedad polarizada, refleja a una sociedad enojada por la forma en que estos señores de la comunicación han prostituido al periodismo mexicano, lo han mancillado, lo han sobajado a los intereses más viles de la política nacional.
Ellos mismo han labrado pulso a pulso que la suciedad con ganas de informarse, tenga un desprecio hacia figuras que han sido blancos de críticas o burlas, y que lo convierten en una tormenta en un vaso de agua. Cuando día a día cientos de periodistas son atacados por ejercer un periodismo crítico hacia el narco o peor aun hacia un gobierno corrupto y represor. Periodistas que día con día luchan contra un sistema podrido y que su único delito es decir la verdad.
Cuantas veces no han sido censurados comunicadores de verdad como ha sido Carmen Aristegui, que cabe mencionar que hace unos meses se dio a conocer el motivo de su despido de MVS por órdenes directas de los pinos. Y aun así ella es apreciada y admirada por muchos ciudadanos y que muy difícilmente podría sufrir algún ataque ni de insultos, ni de huevos.
En su programa nocturno de opiniones de televisa retomando el tema del “ataque” y linchando como desde hace 6 años la figura de Andrés Manuel López Obrador, que al menos no hay pruebas de que el haya ordenado dicha forma de manifestación, y de igual forma ellos mismo siguen sembrando ese polaridad en la sociedad que día con día deja de creer en sus mentiras, ya no estamos en los 60” donde lo que decía Jacobo Zabludovsky era la pura verdad. La sociedad ha sufrido un cambio donde deja de creer mentiras expuestas como verdad, donde estos señores de la seudo información han mentido una y otra vez los acontecimientos que de verdad han dañado al país, creando o por lo menos intentado crear más odio hacia un personaje que ya ni presencia pública tiene en estos momentos como lo tuviera hace unos meses durante las elecciones.
Hubo un ataque al ex diputado Fernández Noroña en la marcha contra la reforma laboral por parte de los granaderos y no lo han tomado como una noticia trascendente, ¿Por qué? Tal vez porque no es de su agrado, y aun así eso es noticia. De algo no hay duda, la sociedad mexicana está dividida pero no en un aspecto de solo 18 millones de personas, si no mas que luchan día a día con un sistema corrupto y que ha dejado más de 70 mil muertos, que ha dado cabida a los desplazados y que tiene a 40 millones en la pobreza y estos “maestros” del periodismo siguen diciendo que esos huevos son “un atentado a la libertad de expresión”.
Hay cosas más importantes y trascendentes en este país y prueba de un verdadero ataque a esa libertad de expresión lo vivió hace algunos años Lidya Cacho por parte de esa mafia que protege a la pornografía infantil, esa mafia del gobierno de Puebla liderado por el entonces priista Mario Marín y todo quedo impune sin tanto alboroto que por unos huevos.

Es un reto para las grandes empresas como Televisa el aceptar que ya no tienen en su poder a las masas como en tiempos pasados, puesto que las acciones que han tomado solamente nos demuestran que la desesperación y el acorralamiento es algo a lo que no estaban acostumbrados y que la única manera que conocen para solucionar las cosas es mentir y hacer tormentas en vasos de agua.
Por otra parte nos demuestran que las muertes provocadas por los intereses de unos cuantos no son de gran importancia, siempre y cuando entre los muertos o afectados no se encuentre ningún millonario y poderoso dentro del ámbito nacional.
A final de cuentas ellos podrán mentir todo lo que quieran, pero el cambio esta surgiendo lentamente el grado de opresión al que estamos llegando es algo que, en cualquier momento hará estallar a esas masas y un simple huevazo sera la menor de sus preocupaciones